miércoles, 6 de julio de 2011

La leyenda maldita

Todo empezó una tarde en la que Juan buscaba en el ordenador historias y leyendas de miedo para una fiesta de Halloween. Juan nunca había creído en esas cosas, pero  le gustaba asustar a la gente.

Estaba mirando desinteresado las historias y demás, pero no había ninguna buena. De repente, algo llamo su atención, era una leyenda sobre un niño, que murió mientras le gastaban una broma, el niño tenia claustrofobia y sus amigos para gastarle una broma le encerraron en una habitación a oscuras, fue tan solo un minuto, pero lo suficiente para que el niño muriera de un infarto a causa del terror. La leyenda contaba, que en la semana siguiente a la muerte del niño, todos los que le gastaron la broma fueron muriendo. A Juan le encanto, así que siguió investigando y encontró un ritual que, en teoría, invocaría al niño. Juan leyó el ritual y vio que había una advertencia en la que avisaba de que el niño mataría al que hiciese el ritual. Juan le resto importancia, al fin y al cabo era una leyenda.

Juan antes de contarlo en la noche de Halloween decidió probarlo, así que se puso a trabajar en ello. Hizo lo que se pedía, era lo que suelen pedir todas las invocaciones de este estilo, ponerse frente al espejo con una vela en la mano y decir tres veces el nombre del fantasma. Juan lo hizo, se puso frente al espejo con la vela y menciono su nombre tres veces. No paso nada, pero de repente, como si fuera un aviso, noto como una brisa de aire le recorría la espalda, sintió un escalofrío, miro a su alrededor… pero no había nada. Le pareció perfecto para asustar a la gente, así que imprimió la leyenda y la guardo en una carpeta para llevársela el día de Halloween. Como ya era bastante tarde decidió irse a la cama.

Ya estaba con los ojos cerrados cuando empezó a notar cosas extrañas. Oía ruidos raros que provenían de la cocina, así que se levanto y fue a ver que pasaba. Cuando llego no había pasado nada, se dio la vuelta y apago la luz, y nada mas apagar la luz escucho un golpe a sus espaldas, rápidamente volvió a encender la luz, pero esta vez si había pasado algo, todos los armarios estaban abiertos. Rápidamente y asustado los cerro y se fue de nuevo a la cama. Mientras caminaba por el pasillo le parecía oír pasos y una respiración a su espalda, pero cuando se giraba no había nada, solo oscuridad y silencio. Le entro mucha sed y se le seco la garganta en un segundo, fue al cuarto de baño a beber agua pero cuando tuvo el primer sorbo de agua en la boca noto como se le hacia arena, escupió, y en vez de agua salio arena. Juan se incorporo asustado y se quito la arena de la boca mirándose en el espejo, pero cuando se fijo bien en el reflejo vio que detrás suya había un niño, el niño estaba pálido y le miraba con odio. Juan se giro rápidamente y vio como el niño se acercaba a el lentamente, Juan corrió fuera del cuarto de baño, y aterrorizado corrió hacia su habitación. Miro al pasillo antes de cerrar la puerta y vio como el niño se acercaba a la puerta, cerro la puerta de golpe, cogio el móvil y se encerró en el armario para esconderse. Pudo escuchar como se habría la puerta de su cuarto con un chirrido, pudo escuchar como entraban unos pasos que le buscaban por la habitación. Desbloqueo el móvil mientras escuchaba los pasos para poder ver, de repente los pasos cesaron y cuando se giro para acomodarse un poco pudo ver al niño allí, a su lado, mirándole. Juan salio corriendo del armario, pero tropezó y cayo al suelo, el niño se le acerco y le puso la mano en la cabeza. En ese momento, Juan comenzó a sentir como su vida se escapaba, la respiración cada vez era mas lenta y costosa, cada vez se sentía mas frío, perdía la visión, empezó a dejar de oír sus latidos, hasta que se sumergió en un profundo sueño del que nunca despertó.

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